martes, 3 de mayo de 2011

Misión Semana Santa en Cancún, Quintana Roo

Misión Semana Santa en Cancún, Quintana Roo
Mi experiencia al trabajar con los chicos y chicas de la Col. El Milagro y de las personas que estuvieron apoyándolos, es muy especial. Porque nos hace recordar el valor que Jesús tenía por los jóvenes, el amor que son capaces de dar y los sacrificios tan inmensos que hicieron durante todas las actividades. Uno piensa que Cancún es un destino que ofrece muchas oportunidades laborales y sociales para aprovechar, pero también sucede que las familias al llegar de sus lugares de origen cambian mucho y resienten tanto, que en ocasiones se vuelven alcohólicas o se desintegran. Jamás imaginé descubrir la intensidad con la que los jóvenes se entregan al proyecto de Dios, cuando lo conocen. Cómo es posible que, en este caso José Luis y los demás chicos al frente de la misión trabajen para llevar el mensaje de Dios a tantos jovencitos que se dejan llevar por el pandillerismo, el alcoholismo, el suicidio  y las drogas desde sus más tiernos años. Y yo que me quejaba de no tener las bolsas y zapatillas a la moda con mi vestuario.

Me sorprendió la forma en que nos aceptaron en el grupo, con una calidez y entusiasmo muy alegre y servicial. También cuando jamás nos faltó comida, ni atenciones por parte de las personas de la misma comunidad. Se contaba con la presencia del Santísimo Sacramento, quien recibió a Marina cuando la fuimos a traer al aeropuerto, así que ya se imaginarán lo afortunados que fuimos al poder estar con Él. El Padre Arturo es Legionario de Cristo y las oportunidades que tuve de conversar con él fueron muy apreciables y también estuvo al pendiente tanto antes como después de nuestra visita.

El carisma que tienen estos chicos es el de los Misioneros Servidores de la Palabra, quienes los podrán reconocer en la difusión de la revista inquietud nueva y en la organización de eventos masivos en el estadio azteca o plaza de toros, de hecho, Kamy  del foro pertenece a los MSP. Se evangeliza con la Biblia en la mano casa por casa y se hacen rezos del rosario en las calles a temprana hora. Mi experiencia en el visiteo (recorrer las casas y leerles citas bíblicas, invitarlos a las actividades de la semana santa) fue la de encontrarme con muchas personas en donde no nos aceptaron por ser católicos y en otras donde el alcohol domina sus vidas. Mi compañero Jesús en el visiteo  dio testimonio de su vida y cómo el Señor lo ha sanado, algo que estremece mucho es conocer cómo las personas ignoran que Dios nos ama y fácilmente caen en vicios y en la desesperación.

Me gustó mucho participar en las clases de los niños del kínder que daban las catequistas, eran como 20 niños pequeños, algo que me encantó, porque soy educadora y tuve la oportunidad de estar con ellos, cantando y hablándoles de Dios. Todavía en la semana me los encontraba y me reconocían con una sonrisa, de esas que no se olvidan.

No olvidaré el momento en que José Luis me pidió que hablara con las jovencitas en privado sobre sus problemas, estaba nerviosa porque no soy psicóloga y le pedía al Espíritu Santo que me iluminara. Son jovencitas que necesitan mucho amor y comprensión, para enfrentarse a sus miedos, a superar sus pasados, a descubrir el valor de la vida de la mano de Dios. Agradezco mucho a Dios haberme permitido vivir esta experiencia, que me dejó con muchos aprendizajes y motivos para seguir adelante y luchar para las jóvenes generaciones. Tal es el caso de Vero, Jesús y su nena, un matrimonio que está trabajando duro en la comunidad, ella justo dio a luz a su bebé 5 días después de terminar la misión. El bebé en el vientre de su mamá parecía disfrutar de todo lo que los chicos hacían y se movía mucho también. Jesús es de oficio albañil, ahora no tiene empleo, pero su confianza en Dios es muy grande, que todos los apoyan en estos momentos.

Conocimos a una chica que nos comentó que se había visto de internet con alguien en condiciones peligrosas. Es algo que nos pone nerviosas siquiera al pensarlo. Nuestro trabajo como AUPAC consiste también en expandir el mensaje de Dios por internet, para que más jóvenes conozcan que hay foros católicos, entre otras cosas. Así que hay mucho por hacer y apenas vamos empezando.
Finalmente, agradezco las oraciones de todos, que me permitieron superar mi temor a volar en el avión, la decidida participación de Marina y Teté y en especial a Felipe por mostrarme un poco de lo que hace durante sus fines de semana, que haya sido un excelente anfitrión con nosotras y durante los días en que estuvimos recorriendo su tierra. Son enseñanzas que no deben quedar en nuestro corazón sino ir más allá de la vida cotidiana. Por tal razón, somos bienvenidos para realizar un proyecto de AUPAC en Cancún, Quintana Roo y podamos aportar un granito de arena en ese vasto territorio del país.
Feliz  Pascua del Señor Resucitado
Dulce Ramírez

1 comentarios:

Aupac dijo...

que bonita experiencia Dulce.

me gusta mucho el animo que pones en todo lo que haces, igual que tu fe en que todo saldra bien.

animo hermana y que Dios te bendiga para que sigas trabajando en este henrmoso apostolado!!
saludos de Angelita..

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