Carta de Reyes Magos
Queridos reyes magos…
Gracias por ser portadores de sonrisas. En Ustedes aprendo que el amor no es más por lo que exige, sino por lo que da. Y Ustedes nos han dado la oportunidad de asombrarnos y sonreír en este día tan especial del 6 de enero, esperado por todos los niños con ilusión.
Estoy consciente de que no se trata sólo de un regalo material, ésta es la forma. El fondo es que, al compartir, estamos poniendo en práctica uno de los valores más hermosos del ser humano, pues fuimos creados para ser felices en compañía. Al cielo no se llega solo, se llega juntos. Y para llegar al cielo, no hay que esperar tanto. Una bella acción a favor de los demás, es ya vivir el cielo aquí en la tierra.
Es hermoso vivir los días de reyes con los niños y jóvenes de nuestra Casa Hogar. Con días de anticipación, los muchachos me transmiten su ansia, su entusiasmo, su inquietud. En sus ojos se dibuja un sentimiento de alegría al oír hablar de los reyes magos. Todos los tíos, educadores, les generamos un ambiente y les contamos historias. Citamos al camello, al elefante y al caballo, y a esos personajes extraordinarios, de los reyes magos. En lo particular, me gusta decirles que lo más bello no fue lo que le dieron al niñito Jesús, sino esas ganas de querer conocerlo, de querer estar con él. Ellos me preguntan si le ‘dieron’ juguetes, yo les comparto que le dieron algo más que eso, su corazón.
Así mismo, les cuento que esos personajes extraordinarios viven en el corazón de muchos hombres y mujeres de buena voluntad, que al ver su vida, se dan cuenta que quieren encontrar el amor proporcionando amor, que quieren experimentar alegría dando alegría a los demás, que quieren sentir felicidad otorgando felicidad a otros. Y que a estos hombres, como a los magos de oriente, no les mueve el reconocimiento, sino el hecho de saberse contentos con sus bellas acciones. Toda acción a favor de alguien es siempre la acción más bella y hermosa, y tanto más, cuando se experimenta con humildad y sencillez.
Gracias por hacer realidad el hermoso gesto de compartir, y por darle a nuestros niños y jóvenes, un motivo de alegría y esperanza. Dios bendiga cada acción hermosa y la multiplique, porque si algo le falta a esta generación es ser el rostro de Dios aquí en la tierra.
Para todos Ustedes nuestra oración, nuestro agradecimiento, y nuestro cariño. Reciban un abrazo de parte de todos los niños y jóvenes, tíos y tías de nuestra Casa Hogar Calasanz.
Reyes Muñoz Tónix. SchP
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